Los finales siempre pueden ser mejores si el tercer acto te pilla trabajándolo y no desbordándolo tras el agotamiento de la escritura del segundo.
En esta etapa de la vida en la que encaminada estoy hacia mi tercer acto, es este igualmente en mi trabajo el que más me viene a preocupar. Motivo por el que me he lanzado cual muñeca diabólica a intentar arreglar el problema antes de que el problema me desarregle a mí sin remisión. Para ello me he metido en un curso para escribir grandes finales. En inglés. De valor y mala cabeza he ido siempre sobrada. Pues bien, cada día nos obligan a hacer innumerables ejercicios: sobre el final de nuestro propio guion después de haber leído el final de dos o tres películas; sobre el tercer acto y sus puntos de giro… He de decir que son más de los que me pensaba. Y lo que más me llama la atención es que nos piden, antes de resolver nuestros ejercicios diarios, escribir qué hemos aprendido con esa lección. Parecerá una idiotez, pero el hecho de que te obliguen a ponerte en positivo, te pone en positivo. Y entonces ese ejercicio que te aburría, te parece todo un hallazgo. Y lo es. Por ejemplo, «empezar un guion por la última página», que así contado parece el timo de la estampita. ¿Ven? ¿Ven como si no nos ponemos en positivo nos parece una memez? Pero después de haber leído las diez últimas páginas the tres guiones de éxito cambias de parecer. Y tras compararlas con las diez últimas del que tienes entre manos, te hace reflexionar… o abandonar esta profesión para siempre. Y sí, empezar pensando en cómo quieres acabar, es el lunar de la Remedios. O sea, si no lo encuentras es que o estás ciega o no lo tiene. O sea, ¿tienes final? tienes película. ¿No lo tienes? Te vas a meter en un túnel. No olvides llevar el kit de salvamento: «El Guion» de Robert McKee, «Las herramientas del guionistas» David Howard y Edward Mabley. O también puedes apuntarte a un curso como he hecho yo.
Publicidad intencionada: un grupo de profes de la Escuela de Guion de Madrid, junto con otro grupo de la UAM, nos hemos juntado, que no revuelto, para organizar un Máster de Guion de Cine, Series Tv y Dramaturgia. Ese es el Máster que a mí me hubiera gustado estudiar. Publicidad terminada.