Ver cine ajeno es una gran lección que nunca debemos despreciar. Pero demasiado a menudo, cuando vemos películas de otros encontramos errores que clasificamos como garrafales. ¿Los vemos igual de fácilmente en nuestros propios guiones? Nunca, me temo.
CÓMO SOBREVIVIR A LA PRIMERA LECTURA DE MI GUIÓN
Escribimos felices como perdices con la ingenua certeza de que nuestras ocurrencias son de premio, son originales, son inteligentes y nada desdeñables. Meses después terminamos el guion y sabemos que tendremos que enfrentarnos al primero de los jueces: yo mismo. Y que mi juicio es duro porque bajo esa mirada de: «soy intransigente al error» analizo la películas ajenas.
Sin embargo, no es verdad. Primera de las Mentiras de un Guionista antes su Texto: la permisividad con uno mismo.
Hace algún tiempo, no demasiado, le di a leer un guion mío a la estupenda analista Ana Sanz Magallón. Para mí su opinión era algo más que importante por lo que preparé todos mis sentidos y mi block de notas. Me encontré con una pregunta en vez de con una opinión: «¿En una escala del uno al diez, dónde colocarías tu guion?» Descubrí que la vanidad responde por nosotros primero que la inteligencia. Mi vanidad le dijo a mi boca: di nueve. Mi inteligencia, sin embargo, mantuvo mi boca sellada, porque en realidad le daría un siete. Pero, ¿qué es lo que estaba mal, lo flojo, lo que no funcionaba?
ORDEN DE LAS PREGUNTAS QUE DEBEMOS HACERNOS ANTE LA REESCRITURA
Conocemos casi de memoria nuestro guion, entonces ¿por qué leemos sin más algo que acabamos de finalizar? ¿Para corregir ortografía y erratas de tecla? Porque no nos engañemos: eso es justo lo primero que hacemos. Ochenta páginas después de esa primera lectura de ojo corrector ya estamos agotados y nos parece que no está mal para ser una primera versión.
¿Qué ocurriría si antes de lanzarnos a esa primera lectura preparásemos una lista de preguntas que hacernos para colocar la cabeza en posición de analista de guion más que de corrector de texto?
La pregunta que recibí de Ana Sanz Magallón resulta, para entendernos, una pregunta detonante para comenzar la lectura-reescritura. Las preguntas que propongo serían las siguientes:
De qué estoy hablando en esta historia: ¿puedo desarrollarlo con claridad y concisión en unas pocas palabras? Si no puedo, es que no sé de qué hablo.
Qué ocurre en mi historia: ¿Puedo explicarlo en unas tres o cinco líneas? ¿Empiezo hablando de algo que le ocurre a alguien y termino hablando de ese mismo alguien o por el contrario termino hablando de otro personaje y diferentes situaciones?
Quién es el antagonista de mi historia: ¿Sobrevive hasta prácticamente el final? ¿Es más fuerte que mi protagonista o eso parece? ¿Es bueno y malo? ¿Le hace dudar al protagonista? ¿Nos hace dudar a nosotros sobre si este antagonista es demasiado protagonista? Claro que existen guiones sin antagonistas, pero por favor no pensemos que todas las películas pueden prescindir de este gran personaje.
Qué es esta historia: Esta sea quizá la pregunta más difícil por abstracta. Pensemos en planteársela a otra película. Por ejemplo,la película Mi tío de Jacques Tati: ¿Qué es Mi Tío? Tenderemos a respondernos lo que significa esa película en el contexto social, en el contexto temporal y en el contexto del propio autor. Pues de eso se trata.
Una vez hayamos respondido a estas preguntas nuestra cabeza ya está situada en el lugar apropiado para empezar a leer reescribiendo y por su puesto nuestra vanidad se ha ido a paseo.
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