Pitch: arte y técnica para venderte mejor

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Este post podría ser muy largo y voy aplicarme a mí mismo ahora las 2 reglas fundamentales de un buen pitch:

A) despertar interés en los lectores en conocer más sobre el tema y B) aportar la información básica para que el post cumpla su función. Vamos allá.

Hacer un Pitch se reduce a “Venderse” uno mismo – tu proyecto- frente a los demás en un espacio de tiempo corto y con la máxima eficacia:  provocando emociones y transmitiendo la información esencial para entender la idea en la profundidad que permita la circunstancia del momento (embarcando en un avión, esperando en una cola o tomando un café en una barra…).

Del éxito de tu pitch depende el futuro de tu proyecto. Es, por tanto, una herramienta clave para existir y subsistir en el hábitat de la creación audiovisual. Si no inviertes tiempo y esfuerzo en aprender a vender tu idea, por muy buena que sea, tropezarás con la incomprensión de los aliados fundamentales de todo proyecto: agentes, productores y -en algunos casos- actores.

El pitch, por tanto,  debería ser fácil porque, en teoría,  nadie nos quiere más que nosotros mismos y nadie va  a explicar mejor que nosotros nuestro proyecto… En teoría, porque en realidad nadie nos quiere menos que nosotros mismos y nos traicionamos de todas las formas y maneras posibles.

El “pitch” no podrá solucionar tus problemas de autoestima pero sí puede ser una estupenda forma de aprender a combinar tus dotes de comunicación  (¿cómo lo cuento? ¿en qué orden? ¿qué reacción quiero provocar?) con tu capacidad de análisis y síntesis (¿qué información le interesa a mi interlocutor y cómo la relaciono con mi proyecto? ¿qué es lo esencial? ¿qué dejo para después? ¿qué detalles doy y cuales elimino? )

De modo esquemático resumo una reglas básicas para poder empezar a dar forma a tu pitch:

  1. Quiérete: Disponte psicológicamente para contar tu historia sin complejos, con convencimiento y preparado para enfrentarte a las dudas y aclaraciones que puedan surgir en tu interlocutor. Un rechazo puede ser, sencillamente, que ese no era el productor ideal para tu proyecto, no que el proyecto – o tu- no seáis válidos.
  2. Elige y Descarta. Es tan importante decidir lo que cuentas como lo que NO cuentas.
  3. Identifica los activos principales de tu película: originalidad del argumento, el interés de un actor o director, el potencial del género en taquilla, etc. Piensa qué elementos hacen que merezca la pena para un desconocido dedicar los próximos 2 o 3 años a poner en pie tu proyecto.
  4. Prepara, construye y ensaya tu Pitch: Un pitch es un discurso construido previamente, que tiene como objetivo concentrar información y emociones en cantidades iguales. Esto, por supuesto se tiene que ordenar y preparar debidamente para que adquiera una forma consistente y no haya que reinventar la rueda cada vez que lo contamos.
  5. Busca elementos que apoyen tu Pitch: Referencias visuales de estilo, fotos de personajes, dibujos o fragmentos de vídeo son muy a menudo usados por los creadores para ayudar a visualizar de forma rápida sus ideas. Decide cuales quieres usar
  6. La parte importante del Pitch está en tu discurso: NO caigas en el error de rodearte en exceso de muletas visuales. Si interfieren tu discurso o lo fragmentan evitando que sea fluido y natural, no son buenos apoyos; prescinde de ellos. La clave la tienes tu; no la secuencia de fotos.
  7. Incorpora a tu discurso un punto de vista profesional. Antes de hablar de tu proyecto documéntate para saber si ha habido proyectos similares de éxito (o fracaso) para saber si hacer referencia a ellos. Conoce los resultados de taquilla y piensa en el público objetivo que querría ver tu película. Si crees que todo el mundo, lo más probable es que no lo has pensado en profundidad.
  8. NO te compares con otros en exceso. Evita en la medida de lo posible las referencias a otras películas o úsalas  con máxima cautela. Puedes creer que van a ayudarte pero pueden ir en tu contra. No conoces los gustos de tu interlocutor.
  9. Recuerda que el Pitch es solo un “anzuelo”; una forma de captar la atención que te consiga una reunión más calmada y en la que hablar con más tiempo y detalle del proyecto.

Para acabar, no infravalores esta herramienta de supervivencia; nadie se puede librar de ese procedimiento (los grandes también hacen pitches de sus ideas a estudios, socios y coproductores). Y prepárate para las acogidas frías y las reacciones entusiastas. No dejes que ninguno de esos extremos te lleve al engaño: el pitch es solo la primera casilla de un largo camino por delante. Ánimo.

Juan Moralifoto JUAN MORALI 2
Especialista en Marketing Digital
de Cine/TV y Desarrollo de contenidos
Transmedia.
Actualmente Director de la Div de
Contenidos, Entretenimiento y Media en SENTISIS

 

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