A menudo nos visita una gran ocurrencia al estilo de una mujer se refugia en la última esquina del mundo para reflexionar sobre qué hacer con (su embarazo, su empresa, su matrimonio) y se encuentra con que en la casa de al lado está teniendo lugar una reunión de ladrones que piensan asaltar las oficinas de Microsoft o la caja fuerte y secreta que esconde Emilio Botín en su mansión privada.
Lo primero que tendríamos que pensar es que tampoco es que esta sea una estupenda idea. ¿Que lugares comunes y casi cansinos se albergan en esta idea a la que vamos a llamar premisa, porque lo es? Pues precisamente el asunto sobre el que se va a reflexionar es lo que resulta cansino: embarazo, empresa, matrimonio….porque realmente para eso no necesita refugiarse en la última esquina del mundo. ¿Qué tal si se refugia allí porque ha decidido darle esquinazo a sus deudas, Ministerio de Hacienda, casa? Lo ha vendido todo en negro y se ha largado a esa última esquina del mundo. ¿Y no sería mejor aún que haya huido sin dinero, para escapar de sus acreedores y se encuentre con que en la casa de al lado organizan un gran golpe?
Esto convierte a nuestro personaje en un carácter totalmente activo desde el primer minuto de la historia. Sin presentación biográfica ni gaitas ralentizadoras de la trama.
Sugiero ver películas como A Royal Affaire, La Caza (danesa), Good Bye Lenin… en las que personajes centrales que, ya cuando empieza la historia tienen un problema, se encuentran con otro aún mayor.
